Saltar al contenido

Solo 3 de los 10 centrales azucareros del gobierno molieron en la última zafra

Hace más de diez años el entonces presidente Hugo Chávez comenzó a intervenir centrales azucareros privados  para convertirlos en empresas socialistas en las que se aumentaría la producción y se acabarían los conflictos laborales, pero el tiempo transcurrió y lo prometido no se cumplió.

Cifras de la Federación de Asociaciones de Cañicultores de Venezuela muestran cómo en la mayoría de los centrales azucareros del gobierno no se está moliendo caña y los pocos que están operativos trabajan muy por debajo de su capacidad instalada, mientras que algunos consumidores han tenido que aprender a comer sin azúcar o comprar endulzantes sustitutivos por la escasez del producto en los anaqueles.

Fesoca reporta que en la última zafra (2015-2016) solo 3 de los 10 centrales que maneja el Estado estuvieron operativos: Industria Santa Elena, Central Sucre y Cariaco, que molieron 59.494 toneladas de caña de azúcar, apenas 2% de la molienda total, que fue de 2,93 millones de toneladas.

Los otros siete centrales públicos: Pío Tamayo, Motatán, Santa Clara, Guanare, Táchira, Venezuela y Ezequiel Zamora no trabajaron, a pesar de que se calculaba que molieran 737.189 toneladas de caña de azúcar.

“Los resultados de las intervenciones están a la vista de todos. En la zafra de 2005-2006 esos centrales molieron a su máxima capacidad. Ese año se llegó a una cifra récord de 9,02 millones de toneladas de caña molida. En la última zafra, entre públicos y privados, la molienda fue de solo un tercio”, afirmó José Ricardo Álvarez, presidente de Fesoca.

Recordó que se obtuvieron 242.306 toneladas de azúcar que solo cubre 20% de la demanda del país, que asciende a 1,2 millones de toneladas, lo cual ha hecho que se dependa cada vez más de las importaciones.

Señaló que este año se quedaron en el campo 1,5 millones de toneladas de caña que no pudieron molerse debido a la paralización de los centrales y la escasez de repuestos para la maquinaria agrícola.

“Hubo productores que no arrimaron sus cosechas a los centrales públicos que les quedan cerca porque esos estaban paralizados. Tampoco pudieron llevarlos a los centrales privados que estaban trabajando, en otros estados del país, porque las fallas de los repuestos han hecho que muchos transportes no estén operativos. Estamos pidiendo que haya una indemnización”, dijo.

Puertas adentro. Empleados de los centrales azucareros públicos en los estados Portuguesa y Táchira coinciden en que el trabajo se vino a menos cuando comenzaron las fallas en las máquinas. Denuncian que no se hacen inversiones en mantenimiento y se incumple con el pago de deudas laborales.

“Antes de 2009, cuando la empresa era privada, las condiciones eran completamente distintas. Si hacía falta un repuesto para una máquina, rápidamente salían y lo compraban; ahora no es así”, dijo un obrero del Central Azucarero del Táchira que prefirió no ser identificado.

Cazta fue uno de los centrales que no operó en la zafra 2015-2016. En la anterior molió 23.000 toneladas de caña de azúcar, una caída de 90% en comparación con la producción récord de 2005-2006, cuando molió 234.654 toneladas de caña de azúcar, de acuerdo con cifras de Fesoca.

El productor de Portuguesa Wilmer Viloria aseguró que la excesiva burocracia también ha incidido en la caída en la producción del central Santa Elena, uno de los tres que trabajó este año.

La factoría solo molió 36.421 toneladas de caña de azúcar; es decir, usó solo 5% de su capacidad instalada, que permite moler entre 650.000 y 700.000 toneladas.

Productores y trabajadores de la zona aseguran que se dejó de atender a 570 pequeños cañicultores, que se quedaron con 356.000 toneladas de caña en el campo y 70.000 toneladas ya quemadas.

El presidente de Fesoca indicó que participan en el Consejo Nacional de Economía Productiva, ante el cual han presentado las peticiones de los cañicultores para revertir la contracción de la actividad que se agudizó este año.

Recordó que a los cañicultores también los afecta el desfase entre el precio al que les pagan el azúcar y los costos que implica su producción, además de la inseguridad en el campo, pero aseguró que las autoridades están siendo receptivas. “Dijeron que había que hacer un esfuerzo para resolver el problema con los repuestos de las maquinarias; esperemos que eso se cumpla y la situación pueda mejorarse”.

Fuente: El Nacional / MFS – ED – DEG