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Empresas zulianas siguen paralizadas tras dos meses del apagón nacional

Empresarios zulianos aseguran que, tras dos meses del primer apagón nacional, la producción de bienes y la prestación de servicios de esa entidad, se mantienen paralizadas.

En un detallado informe, presentado por la directiva de Fedecámaras Zulia a la opinión pública, se advierte la precaria situación del comercio, la industria, la construcción, la ganadería y la actividad hotelera de esa región, por efectos del ineficiente servicio eléctrico.

“No exageramos cuando en nuestra última rueda de prensa nos declaramos en emergencia porque el 75% del sector productivo está parado y el resto aguantando para no cerrar”, indica Franco Canfocelli, presidente del gremio empresarial.

Los industriales destacan que a raíz de los apagones del mes de marzo, los cuales generaron una ola de saqueos, “aún existen empresas que continúan cerradas, redimensionando sus operaciones para lograr reabrir los negocios, y otras que, simplemente no podrán arrancar de nuevo”, refiere el documento sectorial.

Y se destaca que “a pesar de las gestiones con representantes de Corpoelec a través de la Cámara Empresarial de la Zona Industrial de Maracaibo (Cezimar), ha sido imposible lograr un cronograma de racionamiento que favorezca al sector productivo, es decir, que sea estable, duradero y programado a los fines de permitir el desarrollo de al menos una jornada laboral completa”.

Para el caso de las organizaciones que poseen generación propia, precisa el vocero, comienzan a crearse “restricciones en el acceso al combustible con el correspondiente incremento en los costos de mantenimiento, producto de las largas jornadas de trabajo de los equipos de generación, los cuales no están preparados para funcionamiento tan intensivo, otras empresas del sector, intentan adquirir en lo posible, alguna capacidad operativa comprando generadores como medida de contingencia”.

Canfocelli revela que, “en el caso de los comerciantes, la pregunta que se hacen en el sector, aún golpeado por las fallas del suministro eléctrico es si valdrá la pena seguir operando en este contexto. Lamentablemente muchos llegaron a la conclusión de que no, cesando sus operaciones de forma indefinida, muchos de ellos dedicados al expendio de productos refrigerados de alto riesgo de descomposición”.

Mientras tanto, explica, los que decidieron mantenerse abiertos disminuyeron la capacidad operativa y con ello, se produjo un alza de despidos de personal y desplome de las ventas, ya duramente afectadas por la hiperinflación.

Desabastecimiento. El sector construcción también denuncia que “la mayoría de las obras privadas están paralizadas, la construcción de algunos centros comerciales que iniciaron años atrás continúan, pero con nómina reducida. A pesar del leve repunte de marzo, los precios de las ventas de inmuebles siguen en descenso, y en ocasiones, las pocas transacciones que se realizan, son con precios por debajo del costo de fabricación”.

Asimismo, representantes del sector agropecuario informan que la producción está casi paralizada debido a que, además de las fallas eléctricas que impiden enfriar la leche y los productos cárnicos, la escasez de combustible causa la inmovilización de los camiones.

Directivos de la Cámara Hotelera del Zulia sostienen que solo 15 de los 27 hoteles afiliados, tienen plantas eléctricas, pero no consiguen combustible porque hay excesiva demanda y si se adquieren, es a altos precios y ese valor asociado a su mantenimiento incrementa los costos operativos.

Fuente: El Universal / TL

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