La Confederación de Industriales de Venezuela aseguró en un comunicado que de existir un sabotaje a la economía venezolana, «no proviene del sector productivo».
Conindustria manifestó que «es a quien menos le conviene la realización de actos de este tipo, que perjudican sus propios intereses y, en última instancia, a la totalidad de la población venezolana».
Por otra parte, se hizo mención de las constantes persecuciones a la actividad privada y la instrumentación de políticas que han ocasionado el cierre de más de 8.000 industrias durante los últimos 17 años y que, aunque se han propuesto en reiteradas ocasiones cambios en las políticas públicas, no se han instrumentado debido a que chocan con un modelo de control y centralización cuyo fracaso se vive en la actualidad y que ha terminado empobreciendo a consumidores, trabajadores y empresas venezolanas.
«La vida diaria de los venezolanos requiere de muchos productos que las fábricas, con trabajadores venezolanos, podrían producir si éstas no se vieran impedidas por un modelo económico signado por políticas públicas equivocadas», expresó el comunicado.
Fuente: El Nacional / Con Información de Conindustria