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Conindustria: La meta es crear unas 26 mil empresas que generen 4 millones de empleos

“La meta a la cual aspiramos es la creación de unas 26.000 empresas industriales nuevas que puedan generar cerca de 4.000.000 de puestos de trabajo, entre directos e indirectos, de los cuales por lo menos 1.000.000 deben ser de profesionales especializados en distintas áreas, los cuales devengarían mucho más que un salario mínimo”.

Así lo señaló Juan Pablo Olalquiaga, presidente de la Confederación Venezolana de Industriales, durante sus palabras de cierre del Congreso de Conindustria 2016 dedicado a analizar el tema “Productividad, Innovación y Reactivación Industrial”.

Explicó el máximo dirigente de la industria nacional que el medidor de densidad industrial indica que debería haber una empresa por cada mil habitantes. Si tomamos en cuenta que la población de Venezuela está cerca de los 30 millones de personas, deberíamos contar con unas 30.000 empresas. Actualmente, de acuerdo con las proyecciones manejadas por Conindustria apenas sobreviven 4.000 empresas manufactureras.

Olalquiaga indicó que con las 26.000 empresas nuevas más las 4.000 existentes, trabajando a plena capacidad instalada, se puede equilibrar la balanza comercial venezolana sin contemplar los ingresos petroleros. Pero para lograr esto, “debemos convertirnos en un país organizado, educado, capacitado, planificado, seguro y estable, cuyo entorno atraiga inversiones nacionales y extranjeras. Ese país de progreso está a nuestro alcance”.

Insostenible. Considera el presidente de Conindustria que la realidad que vive Venezuela hoy es insostenible si se pretende tener un país que satisfaga las necesidades materiales de sus ciudadanos. “La sociedad exige, con desesperación, un cambio radical de rumbo. Lo que sí es cierto es que somos una sociedad políticamente secuestrada”. Aunque está consciente de que los retos para reconstruir el país son gigantescos y requieren de la participación de todos, está convencido de que hay venezolanos inteligentes, preparados, experimentados, éticos y dispuestos”.

Lo importante, asegura, es que cada quien se pregunte “¿qué voy a hacer yo para transformar nuestro país en aquel con el cual soñamos?, ¿cómo puedo contribuir desde mi posición?. En ese punto señala que hay que tener presente que “sin empresarios no tenemos futuro posible, pero sin gerentes y trabajadores destacándose en sus funciones, tampoco. Entendamos que el país que queremos es todo lo contrario de lo que tenemos hoy”.

Exigencias ciudadanas. En ese país, señaló, el Estado y dentro del Estado el gobierno se deben a la sociedad, no es al revés, no es como lo percibe el Madurista, el uso del gobernado para beneficio del gobernante. Que el Estado rinda cuentas a la sociedad pasa a ser una exigencia de cada uno de nosotros.

Olalquiaga afirmó que Conindustria, en representación de los empresarios industriales se para firme en defensa de virtudes éticas como la honestidad, el respeto que damos y que exigimos, el trabajo, la educación como medio de superación y decimos. “Somos y representamos a gente correcta, trabajadores, gerentes y empresarios y eso nos distingue”.

Advirtió, además, que los industriales sí tienen una visión de país, que es compartida con los asistentes al Congreso Conindustria 2016; con los trabajadores, estudiantes, científicos, formadores de opinión, economistas, consumidores.

En Conindustria hemos trabajado y transformado esa visión en propuestas concretas de políticas públicas. Estas políticas públicas operan únicamente en un entorno de libertades, libre mercado y libre empresa, dentro de un marco de respeto a la propiedad y del respeto e igualdad ante la ley”.

Para Juan Pablo Olalquiaga es la oportunidad, no de reparar el país que tenemos, sino de crear un país nuevo. En ese país nuevo que queremos, debemos construir la institucionalidad que es la que va a sostener el estado de derecho y una economía de libertades. Es ahí cuando los industriales pueden hacer grandes aportes para el progreso del país: generando productos, puestos de trabajo, capacitación y oportunidades de desarrollo.

Culminó su intervención afirmando que los tres conceptos imprescindibles para generar la prosperidad que soñamos son: estado de derecho, libertad económica e industrialización, los cuales son privilegios de la libertad política.

Fuente: Finanzas Digital / NP