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Conindustria: Empresa tomada por el Gobierno, empresa que no produce

El control de cambio, el acceso limitado a las divisas que otorga el Gobierno Nacional y el alto nivel de inflación en Venezuela forma parte del día a día de los empresarios en el país, que ha traído como consecuencia el cierre de gran cantidad de empresas industriales en el país. La mala premonición del presidente de Conindustria, Juan Pablo Olalquiaga, se ha ido cumpliendo.

“Dije que todas las empresas del país iban a cerrar, lamentablemente eso se ha ido cumpliendo, cada vez tenemos más empresas cerradas y seguirá sucediendo mientras en el país no se genere un cambio”, recordó Olalquiaga este miércoles en el programa de Cesar Miguel Rondón, por Circuito Éxitos.

Una de las razones por lo que estos cierres se han generado son, según el presidente del Conindustria, “el desconocimiento del Estado en el manejo de la economía del país, la total improvisación, además de utilizar el poder como una saña sobre los empresarios venezolanos”.

«Planta cerrada, planta tomada, esa es otra irresponsabilidad por parte del Gobierno Nacional (…) Cuando las empresas son tomadas por el Gobierno y pasan al sector público eso significa que dejará de producir (…) Lo que estamos viviendo no responde a una casualidad, no responde a una mala suerte, ni a la baja de los precios del petróleo. Responde a que se fue destruyendo la industria a lo largo de estos años”, recalcó.

Informó que Venezuela anteriormente producía el 70% de lo que consumía y que para el 2012, antes del mandato del presidente de la República, Nicolás Maduro, el país producía el 40% de lo que consumía. De igual forma, indicó que en 1999 existían 12.700 empresas, pero que para este año deben quedar alrededor de 4.000 empresas para 30 millones de habitantes.

“Colombia tienen una densidad industrial de una empresa por cada 30 mil habitantes y Brasil tiene dos empresas por cada mil habitantes. Con 30 millones de habitantes tendríamos que tener 30 mil empresas”, explicó Olalquiaga. “Eso generaría cerca de dos millones de puestos de trabajo con valor agregado, directos e indirectos, en un país donde el 65% de la población gana sueldo mínimo, un sueldo muy difícil para vivir”.

Indicó que Venezuela está muy lejos de poder operar con normalidad. “Así tuviésemos un cambio de políticas económicas significativo, el Gobierno madurista no sería capaz de recuperar la confianza para que las empresas inviertan en el país”.

Fuente: El Universal / LC