Una hiperinflación desbordada, escasez de productos básicos a niveles nunca vistos y una fuerte devaluación del bolívar son algunos de los indicadores que dan cuenta del desempeño de la economía venezolana durante 2018.
En un año marcado por elecciones presidenciales y cientos de protestas diarias exigiendo el funcionamiento de los servicios básicos y mejoras salariales, el Ejecutivo, por lo menos durante el primer semestre, no tomó ninguna decisión económica que aliviara los problemas financieros del país.
El Fondo Monetario Internacional comenzó proyectando una inflación para 2018 de 13.000%, luego subió el pronóstico a 14.000% en abril y finalmente en julio la cifra escaló a 1.000.000%. Sin embargo, economistas aseguran que la cifra no se puede medir porque todo depende del comportamiento que tenga la economía durante los últimos meses de este año.
“Venezuela va para 9 meses en hiperinflación y no hay ni una señal de arreglo por parte del gobierno, pareciera que les gusta lo que padece el país. Las naciones que tuvieron una hiperinflación como la venezolana se esmeraron en atacarla”, indicó el economista Luis Oliveros a El Nacional Web.
Entender la inflación en el país es un tema complejo por lo que los ciudadanos optaron por quitarle ceros al bolívar por cuenta propia y en vez de decir Bs 1.000.000, decían Bs 1.000, por ejemplo, para no confundirse con tantos números.
Productos que empezaron costando cientos de miles de bolívares ahora cuestan millones. Un kilo de carne que costaba en enero unos Bs 375.000 ahora cuesta Bs 9.000.000 aproximadamente, lo que representa un aumento de 2.300% en apenas ocho meses.
Ante el incremento de los ceros en las transacciones cotidianas, el gobierno tomó la decisión de anunciar una reconversión monetaria en la que se planteaba eliminar tres ceros a la moneda, medida fue postergada hasta julio cuando el presidente Nicolás Maduro indicó que no serían tres ceros sino cinco los ceros que se eliminarían al bolívar. El nuevo cono monetario entrará en vigencia el 20 de agosto.
Uno de los detalles que más resalta en este proceso de reconversión son los pagos de productos como la gasolina que en la actualidad cuesta un bolívar la de 91 octanos y seis bolívares la de 95 octanos. Con la reconversión, estos productos costarían Bs 0,000001 y Bs 0,000006 respectivamente, lo cual los hace impagables con el nuevo cono monetario.
El presidente Maduro anunció recientemente la internacionalización del precio de la gasolina sin especificar a qué monto exacto se venderá según el octanaje y a qué tipo de cambio se va a ofertar al público. Sin embargo, dejó claro que el combustible tendrá un subsidio a través del carnet de la patria.
“Yo no vi ninguna medida realmente interesante que valiera la pena por parte del Ejecutivo, yo lo que veo es un presidente en una inacción bastante irresponsable”, dijo Oliveros sobre la falta de medidas económicas y los indicadores económicos.
Remesas. Ante el avance de la crisis y la caída en términos reales de los salarios, que apenas alcanzan para comprar dos o tres productos de la canasta básica, muchos venezolanos en el exterior optaron por enviarle a sus familiares remesas en dólares o euros para que estos a través del tipo de cambio paralelo – ilegal en el país desde 2003 – pudieran cambiarlas y comprar algunos productos y servicios para llegar a fin de mes.
Esta realidad llevó al gobierno a aprobar un tipo de cambio oficial solo para estas operaciones y que hoy se encuentra en 4.000.000 bolívares. Un poco por debajo de los 4.215.000 bolívares en los que se cotiza la moneda en el mercado informal.
El Ministerio Público también ordenó el cierre y bloqueo de algunas páginas web que funcionaban como casas de cambio como, por ejemplo, la empresa mexicana AirTM y el portal web Dólar Pro, cuyo dueño se encuentra detenido desde abril de 2018.
A pesar de que el fenómeno de las remesas es nuevo para Venezuela, a diferencia de países como México o El Salvador cuyo producto interno bruto depende en 20% de esta actividad, son muchos los venezolanos que encuentran un alivio en sus finanzas mensuales y pueden sobrellevar la agonía de la hiperinflación.
Petro. El gobierno decidió ingresar en el mercado de las criptomonedas en diciembre de 2017 con la creación del petro, un activo digital que tiene como respaldo reservas de oro, petróleo, gas y diamante.
Todavía hay detalles en cuanto al funcionamiento de este criptoactivo que se desconocen y el Departamento de Estado de los Estados Unidos prohibió a sus ciudadanos cualquier tipo de transacción con esta “criptomoneda” por no estar aprobada por la Asamblea Nacional sino por la asamblea nacional constituyente, considerada ilegítima por organismos internacionales.
“El petro no existe, el petro es la nada, no hay demanda de petro en los mercados internacionales y, al no existir la demanda, no existe”, indicó Oliveros al referirse a este criptoactivo.
El gobierno tomó la decisión para “darle respaldo” al bolívar de anclarlo al valor del petro. Sin embargo, los economistas cuestionan esta medida por el mal funcionamiento que ha tenido en los mercados. “Al final lo que soporte el bolívar soberano será la confianza que le tengan los venezolanos”, agregó Oliveros.
Futuro incierto. Si el primer semestre en materia económica fue complejo, el segundo semestre lo es aún más con una reconversión monetaria en puertas, “despenalización” de los ilícitos cambiarios y medidas que no atacan la hiperinflación, sino que, por el contrario, la favorecen.
El gobierno decidió después de 15 años iniciar un proceso de reforma de la Ley de Ilícitos cambiarios que, según economistas, no supone el final del control de cambio porque el bolívar no se puede convertir libremente a otras divisas como el dólar o el euro.
El economista y presidente de la firma Ecoanalítica Asdrúbal Oliveros explicó a El Nacional Web que las medidas tomadas por el gobierno probablemente no mejoren la economía y solo le den estabilidad a la coalición de gobierno.
“Tenemos medidas inconexas que están pensadas para darle oxígeno al gobierno, continúa la recesión y la economía sigue cayendo en torno al 20%. El tema el abastecimiento quizás no empeore en forma significativa porque la despenalización de las operaciones cambiarias entre privados pudiera mantener el grado de importaciones y el factor remesa también permitirá cierta estabilidad”, indicó Oliveros.
Para la firma Econométrica, la hiperinflación podría cerrar en 1.400.000%, un porcentaje mucho más alto que el proyectado por el FMI de 1.000.000%. Sin embargo, el economista Luis Oliveros la proyecta entre 600.000% y 1.000.000% de inflación, dependiendo de lo que ocurra en el país y cómo termine la inflación en los últimos meses.
“La gente lo que está sufriendo es la agresiva hiperinflación que está destruyendo el poder adquisitivo. En la medida que nosotros no ataquemos el problema de fondo, este termina afectando la calidad de vida de las familias y el rendimiento de las empresas”, aseguró Asdrúbal Oliveros.
Aún quedan 4 meses para que finalice 2018. Hasta la fecha, el índice de precios al consumidor (IPC) de la Asamblea Nacional lleva una inflación acumulada de 10.664,67%, lo que equivale a una variación de precios de 2,7% diaria.
Venezuela es el primer país de Suramérica en el siglo XXI que entra en hiperinflación, un problema erradicado por países como Brasil, Perú, Nicaragua y Bolivia durante la década de los 80 y 90.
El país está en este proceso desde octubre de 2017 y, hasta la fecha, hay indicios de que no saldrá pronto de este incremento acelerado de precios producto de las políticas económicas tomadas en la época del chavismo y ahora en el periodo de su sucesor.
Fuente: El Nacional / RZ