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Venezuela anunció el viernes una devaluación del bolívar y estableció dos tipos de cambio, que favorece a sectores prioritarios como alimentación y medicinas.
De un cambio de 2,15 bolívares/dólar, se pasó a una tasa de 2,6 bolívares/dólar para áreas prioritarias como alimentación y salud y una de 4,3 para los secundarios como comercio, automotriz y telecomunicaciones.
A continuación algunos datos respecto al bolívar.
* El presidente Hugo Chávez impuso un férreo control de cambio en el 2003 para detener una fuerte fuga de capitales que siguió a una pronunciada caída de la economía por intensas crisis política del 2002. La tasa se estableció en 1.600 bolívares por dólar en febrero de ese año.
Chávez ha dicho que el control de cambios llegó para quedarse porque los dólares son para el pueblo y no para comprar carros o whisky.
* La devaluación del viernes es la tercera desde entonces. En febrero del 2004 pasó a 1.920 bolívares por dólar y en marzo del 2005 a 2.150 bolívares por dólar. Una “reconversión” monetaria en el 2008 eliminó tres ceros al bolívar.
* En el activo mercado paralelo, la moneda ha trepado hasta 7 bolívares por dólar. El viernes el dólar ganó terreno de 5,9 a 6,1 en medio de rumores de devaluación.
* La moneda venezolana tiene una larga historia de inestabilidad. Hace poco más de una década, cuando Chávez tomó la presidencia en febrero de 1999, el dólar costaba 577 bolívares. Gobiernos anteriores han tenido controles de cambio -incluso duales-, sistemas de bandas y libre cambio, que no han detenido el deterioro constante de la moneda.
* Las sucesivas caídas del bolívar suelen acelerar los precios en la economía petrolera, que suele importar la mayor parte de lo que consume. En 1996, la inflación cerró en un 103 por ciento cuando el Gobierno del ex presidente Rafael Caldera impuso controles de precios y cambios tras una crisis bancaria.
En el 2009 el país tuvo la inflación más alta del continente, una de las más mayores del mundo, un 25,1 por ciento.
* En la década de 1970 la moneda venezolana era una de las fuertes de la región, lo que permitía a sus habitantes viajar al exterior para hacer compras. En aquellos días, los venezolanos eran conocidos por el decir “Ta barato, dame dos” cuando compraban en Miami.