Caracas, septiembre 22 (REDACTA).- El presidente electo de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga), Manuel Cipriano Heredia, sostuvo que los productores nacionales se encuentran en una situación delicada, debido al control de precios que el Estado mantiene en la cadena de precios de la oferta y la demanda de carne en Venezuela desde el año 2003, la guerra de latifundio y las importaciones.
Heredia toma posesión oficial en la presidencia de Fedenaga este jueves en un acto que se realizará en la sede principal de esta organización, desde la que se ha venido denunciando una serie de acciones que “ha ido en perjuicio de los productores nacionales”.
Recordó que de 2 millones 300 mil hectáreas que fueron intervenidas o confiscadas por parte del Gobierno Nacional, apenas unas 50 mil de ellas están hoy productivas. A este número se suman las de 400 mil hectáreas más que comenzaron a ser ocupadas desde el pasado lunes en el Valle del Turbio, en el estado Lara, por parte del Ministerio de Agricultura y Tierras (MAT).
Desde 2003, los ganaderos se han encontrado con una medida que viene provocando la caída de la producción debido a las intervenciones del Estado para regular los precios finales que ni siquiera son sometidos a revisión por lo que esto lleva a un problema deficitario y “nadie quiere trabajar a pérdida”.
En tal sentido recordó que la producción de carne en el año 2003 estaba reflejada por el 99% de oferta nacional, pero hoy escasamente llegan al 46%, siete puntos por debajo de la ubicación que en 2008 alcanzó el 53%.
Heredia recordó que para 1999, se producían en Venezuela 13 millones 500 mil cabezas de ganado y hoy en día difícilmente se producen 12 millones 680 mil cabezas de ganado. “Es grave la situación porque en Venezuela se está importando hasta el 62% de carne que se consume”.
En materia de seguridad de personas, Heredia recordó que además del secuestro, los ganaderos ahora tienen que enfrentarse a delitos como la extorsión y el sicariato, debido a la presencia en la frontera de grupos subversivos colombianos como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y grupos que no se desmovilizaron con la desintegración de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) o mejor conocidos como paramilitares, a los que se suma la Fuerza Bolivariana de Liberación (FBL). (GH)