Caracas (REDACTA).- MMC Automotriz, cuya planta se encuentra cerrada desde hace una semana, sigue las negociaciones con autoridades gubernamentales para reabrir sus puertas pero mantiene su posición de no seguir las conversaciones con los representantes del Sindicato Nueva Generación de Trabajadores (Singetran).
La empresa sigue emitiendo comunicados en los que ratifica que no hay seguridad para reiniciar sus funciones, pese a la decisión que tomó la inspectora del Ministerio del Trabajo en el estado Anzoátegui, Jessica Hurtado que ordenó su reapertura y cancelar los salarios caídos.
Los representantes de la planta continúan la acción alegando las amenazas que hay entre los propios trabajadores quienes se acusan mutuamente de propiciar la violencia.
Entre las solicitudes que hace la ensambladora está la de discutir una nueva relación laboral sin la presencia de los delegados de Singetran, lo que es cuestionado por algunos voceros de los empleados que señalan que el cierre es un chantaje.
Personas relacionadas con la empresa sostienen que procederá a cumplir con la designación de sus representantes para la instalación de la junta conciliadora de conforme a lo establece la Ley Orgánica del Trabajo.
Hurtado señaló a medios en la región la semana pasada que se prohibió la publicación y circulación dentro de las instalaciones de MMC Automotriz “de cualquier forma de expresión y propaganda, suscrita o anónima que incite a la violencia, el odio, la discriminación, la persecución y las amenazas, que afecten el clima de trabajo”.
Bajo todo este escenario, la directiva de la Federación de Asociaciones y Distribuidores de Automores y Maquinarias (Fadam), prefiere no emitir ningún tipo de información sobre el estado de las negociaciones ya que apuestan a que la planta reabra sus puertas lo más pronto posible.
Pese a los problemas que viene afectando seriamente a MMC Automotriz, la producción hasta el pasado mes de julio fue de 2 mil 535 autos entre las marcas de Mitsubishi y Hyundai, muy por debajo de la tendencia con respecto a 2008, cuando ya se habían superado las 5 mil unidades.