Han pasado 34 días desde que el ministro de Economía, Finanzas y Banca Pública, Rodolfo Marco Torres, y el presidente del Banco Central del Venezuela, Nelson Merentes, ofrecieron detalles del nuevo sistema cambiario que regiría en el país. Sin embargo, aún no está operativo completamente. El Sistema Complementario de Divisas, es decir, el esquema de subasta, no ha entrado en funcionamiento.
Aunque los empresarios en reiteradas oportunidades han dicho que las subastas no son efectivas para la industria manufacturera porque no permite planificar, esperan que se reanuden cuanto antes. Desde octubre de 2014 el Centro Nacional de Comercio Exterior no convoca a una.
La escasez de divisas tiene a la industria manufacturera sin inventarios, con la incertidumbre de no saber cómo reponerlos y con el riesgo de paralizar operaciones por falta de materiales.
Lo único que comenzó a operar del nuevo mercado, el 18 de febrero, fue el Sistema Marginal de Divisas, uno de los tres mecanismos de obtención de dólares que anunció el presidente Nicolás Maduro el 21 de enero, en la presentación de su Memoria y Cuenta a la Asamblea Nacional. Comenzó con una tasa de 170 bolívares por dólar. Casi un mes después, el cambio es superior a 180 bolívares.
Por lo elevado de la tasa, representantes gremiales han insistido en que no es una alternativa conveniente para el sector productivo debido a que elevaría significativamente las estructuras de costos. Las empresas que han acudido al Simadi y han logrado obtener dólares lo han hecho para importaciones puntuales de piezas o repuestos de maquinarias, no para adquirir materias primas.
Consumiendo los inventarios. Desde octubre del año pasado las compañías del sector gráfico no reciben divisas. Participaron en la última subasta del Sicad y les adjudicaron 10 millones de dólares, pero aún no se los han liquidado.
En lo que se refiere a las asignaciones a través del Cencoex, el director ejecutivo de la Asociación de Industriales de Artes Gráficas, Edgar Fiol, afirmó que se paralizaron también en octubre, luego de que fluyeron bien hasta mediados de 2014.
“A comienzos del año pasado la deuda del gobierno con el sector era de 214 millones de dólares, pero comenzó a hacer liquidaciones a tiempo y se logró bajar el compromiso. Actualmente es de 42 millones de dólares y desde hace más de 4 meses no nos otorgan divisas. No tenemos para comprar nada. Nos estamos consumiendo los inventarios”, indicó.
La falta de materia prima tiene a las empresas del sector trabajando a menos de 30% de su capacidad instalada, lo que ocasionó que la producción del sector cayera 72%. Fiol dijo que, para estirar los inventarios, las compañías no garantizan a los clientes la entrega completa de los pedidos que recibe.
Señaló que eliminaron turnos de trabajo por la falta de insumos. “El sector tiene alrededor de 17.000 empleados. Aún no hemos hecho recortes de personal, esperamos no tener que hacerlo. Es inminente que el gobierno aclare las reglas del juego y se reactive la producción”.
Sobre el Simadi advirtió que no es la opción para mantener las operaciones del gremio. Recordó que los dos grandes clientes de la industria son los sectores de alimentos y de medicinas, que poseen una gran cantidad de productos regulados. “Para mantenernos con Simadi tendríamos que crear un mecanismo que nos permita trasladar el incremento en los costos al precio final”.
En riesgo de paralizarse. “El sector químico comenzó 2015 con un poquito de materia prima, pero ya comienza a agotarse”, manifestó el presidente de la Asociación Venezolana de la Industria Química y Petroquímica, Juan Pablo Olalquiaga.
El grueso de estos insumos el sector los adquirió con las adjudicaciones de la subasta 24 del Sicad, que se realizó a finales de septiembre. A diferencia de las empresas gráficas, las 10 compañías químicas que resultaron beneficiadas en la última puja convocada comenzaron a recibir los recursos.
Olalquiaga dijo que en las últimas dos semanas los proveedores internacionales comenzaron a recibir las transferencias de pago. “Eso es un pequeño respiro que el gobierno les dio a esas empresas, pero no sirve para reactivar la industria que está integrada por aproximadamente 300 compañías”. La deuda con el sector es de 350 millones de dólares, de los cuales 250 millones corresponden a solicitudes de 2013 o antes y el resto de 2014.
Las 215 firmas afiliadas a Asoquim no reciben liquidaciones del Cencoex desde noviembre del año pasado. En lo que va de 2015 son pocas las empresas, aseguró Olalquiaga, a las que les han aprobado AAD (Autorización de Adquisición de Divisas); sin embargo, no las están recibiendo. “No quieren tomar estas AAD y hacer pedidos por temor a perder los pocos créditos que algunos proveedores extranjeros dan al sector”.
Ante la imposibilidad de adquirir más materias primas e insumos por la paralización de las subastas y liquidaciones del Cencoex, Olalquiaga no descarta que en poco tiempo la industria se vea obligada a detener líneas de producción. Actualmente opera en aproximadamente 40% de su capacidad instalada. Además, una vez que se reactive alguno de los dos mecanismos, el proceso de importación e ingreso al país de la mercancía toma entre 90 y 120 días. “Estamos en riesgo de paralizarnos”, advirtió.
Olalquiaga dijo que han solicitado audiencias para plantear el problema de la adquisición de divisas a Marco Torres; al ministro de Industrias, José David Cabello; y al presidente de Cencoex, Rocco Albisinni. Pero no han recibido respuesta de ninguno.
“Es importante que las liquidaciones del Cencoex sean oportunas, que definan cómo funcionará el Sicad y comience a operar lo antes posible. Existe mucha preocupación e incertidumbre entre los empresarios”, puntualizó.
Asignaciones regulares. La deuda del gobierno con la Cámara Venezolana de Envases que reportó el sector a comienzos de 2014 era de más de 200 millones de dólares. El año pasado, afirmó su presidente, José Manuel González, se canceló “casi en su totalidad”. Sin embargo, la interrupción de aprobaciones de adquisición de divisas desde octubre pasado ha hecho que vuelva a acumularse y ha impedido que se realicen nuevas importaciones de materias primas.
En lo que se refiere a Sicad, la mayoría de las empresas adjudicadas en la última subasta aún esperan las liquidaciones. En cuanto al Simadi, González indicó que algunas compañías han resultado beneficiadas, pero advirtió que estos recursos son para adquirir piezas de maquinarias, no para insumos debido a que eso tendría un impacto muy fuerte en los costos.
Agregó que las empresas del sector están operando en 70% de su capacidad instalada y cuentan con inventarios hasta junio de 2015. Insistió en que es necesario que la asignación de divisas se haga con regularidad y que los tres mecanismos de obtención anunciados a comienzos de año operen eficientemente.
Los prioritarios. Desde que el presidente Nicolás Maduro anunció que el sistema cambiario estaría integrado por tres mecanismos, reiteró que la tasa de 6,3 bolívares por dólar se mantendría para los sectores «prioritarios”, alimentos y medicinas. Sin embargo, cuando está por terminar el primer trimestre de 2015, ninguno de los dos ha escapado de la sequía de divisas.
Hace una semana el presidente de la Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos, Pablo Baraybar, informó que tienen problemas para operar porque “ninguna empresa de alimentos ha recibido dólares en lo que va de año”.
En cuanto a las medicinas, en las últimas dos semanas algunas empresas afiliadas a la Cámara de la Industria Farmacéutica recibieron liquidaciones por 20 millones de dólares. Fuentes del sector afirmaron que ese monto es insuficiente porque el compromiso con el gremio es de 446 millones de dólares. “Las compañías no podrán hacer mucho con eso. A una de ellas le deben 100 millones de dólares y solo le entregaron 5,6 millones”, expresó.
Fuente: El Nacional / CSA