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Pequeña y mediana industria en Carabobo está en paro técnico

El gran temor podría materializarse. El sector que ha sobrevivido a la crisis económica adaptándose a los cambios, está en su peor momento: En paro técnico. La preocupación de Alexander Meier, presidente de la Cámara de Pequeños y Medianos Industriales y Artesanos de Carabobo (Capemiac), es que sus afiliados comiencen a cerrar.

Ya son muchos golpes los que han recibido. La Ley de Precios Justos, el control cambiario y la inamovilidad laboral han hecho que el sector se haya venido a menos. Pero el reciente incremento salarial agudizó la situación. “Los problemas que tenemos ahora son bárbaros porque no se trata solo de inflación, sino de desempleo”.

Capemiac tiene 640 empresas adscritas desde las que se hace todo lo posible para seguir operativos. Pero al estar entre 20% y 30% de su capacidad instalada es poco lo que pueden garantizar. Eso significa que entre 70% y 80% del personal se encuentra en sus casas en suspensión laboral y muchos de ellos han negociado con el patrono su salida.

Meier insiste en que lo peor que puede pasarle al sector está en puertas. “No desestimamos el cierre de empresas y eso sería fatal, porque significaría la pérdida definitiva de muchos puestos de trabajo”.

Aunque desde el Gobierno se hizo el relanzamiento del sistema de Divisas Complementario (Dicom), apenas 2,81% de los afiliados a Capemiac ha tenido acceso a la asignación de dólares por esa vía. En la primera subasta 17 resultaron seleccionadas, y en la última solo una. Eso no es todo. Los montos liquidados corresponden a menos de 10% de lo solicitado. Así que las expectativa respecto a este mecanismo no son muy positivas, en función de la liquidez que tiene el Ejecutivo en dólares de las reservas

No hay sector que no esté afectado por esta situación. Particularmente resaltan las pequeñas y medianas empresas del área metalmecánica y del plástico, que dependen de insumos nacionales que debe proveer el Gobierno a través de sus empresas como la Siderúrgica del Orinoco (Sidor) y Pequiven.

Fuente: El Carabobeño / DB