El balance no ha sido positivo. A un mes del cierre de la frontera con Colombia, en la región central los resultados se debaten entre una afectación de 60% de los comercios que no han podido reponer inventarios, la amenaza con iniciar la temporada navideña con un marcado desabastecimiento, y el sector industrial sin su más cercano y único centro de compra, sin necesidad de tener divisas.
Los beneficios anunciados por el Ejecutivo con esta medida difieren de la realidad. Grandes cadenas colombianas de ropa, calzados y accesorios tienen su mercancía aún en los camiones sin poder ingresar a Venezuela. La semana pasada se había señalado que a partir del miércoles a las 10:00 p.m. comenzaría a ingresar la carga autorizada tras ser nacionalizada. Pero no fue así. Damiano Del Vescovo, presidente de Fedecámaras Carabobo, dijo que la afectación se sentirá con fuerza en vísperas de las compras decembrinas.
Con las trabas para la adquisición de divisas, Colombia se había convertido para grandes industrias en el almacén más cercano de repuestos para las maquinarias de las líneas de producción y algunos insumos. Ahora la crisis que mantiene trabajando a las empresas a menos del 46% de su capacidad, en promedio, podría agudizarse.
Actualmente se mantiene en Colombia, esperando autorización para ingresar a Venezuela, repuestos para vehículos y maquinarias industriales, tubos pvc, pigmentos para elaboración de pinturas, y envases plásticos para el sector de alimentos.
Fuente: El Carabobeño