Saltar al contenido

Convite: Desabastecimiento de antihipertensivos es de 99,7% en Caracas

Atenolol, amlodipina, losartán, valsartán y nifedipina son los seis principios activos que la ONG Convite buscó el martes 13 en 40 farmacias del área metropolitana de Caracas. En 99,7% de los casos no había esas medicinas, aseguró Luis Francisco Cabezas, director del organismo, en una rueda de prensa convocada por la Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y la Vida.

El desabastecimiento de antihipertensivos, explicó, afecta en su mayoría a personas mayores: “80% de los abuelos en Caracas padece hipertensión, diabetes o las dos, y están optando por soluciones desesperadas como partir pastillas, lo cual significa romper con la prescripción y eso está disminuyendo su calidad de vida. Son cada vez más frecuentes los cuadros de accidentes cerebrovasculares. La situación es cada vez peor”.

La escasez es transversal a todas las edades y enfermedades. Desde hace seis meses Johana Castellanos no recibe el medicamento que garantiza el funcionamiento correcto de sus pulmones. Sus manos están moradas y casi no puede hablar fuerte a causa de la hipertensión pulmonar que padece. “Ni siquiera tenemos oxígeno, que deberían garantizarnos todos los días a toda hora. Es como vivir debajo del agua conteniendo la respiración”, ejemplifica.

Las madres del Hospital J. M. de los Ríos denunciaron que no hay epamín para convulsiones ni ketoprofeno (antiinflamatorio). Ese centro de salud tampoco tiene resonador, tomógrafo, catéteres, válvulas ni reactivos para pruebas de laboratorio, y el martes se dañó la única máquina de anestesiología que estaba en funcionamiento, por lo que han tenido que dar de alta a 50% de los niños que ameritaban intervenciones.

“Creo que los que dicen que el desabastecimiento de medicamentos es de 80% se quedan cortos. En el J. M. de los Ríos debe pasar de 90%”, dijo Catherine Martínez, de la organización Prepara Familia.

De camino a la actividad, Carlos Falcón, padre de una niña trasplantada que está internada en el Hospital de Niños, recibió un mensaje que lo hizo tragar grueso. “Hay que hacerle una resonancia de urgencia a Carlisbeth. Este mes ya le hicimos un eco que me costó 24.000 bolívares, los gases arteriales son 7.000 bolívares, y lo que gano es sueldo mínimo. Quisiera que la ministra (de Salud, Luisana Melo) visite el cuarto de mi hija y desmienta todo por lo que estoy pasando”, dijo el hombre con la voz quebrada.

Francisco Valencia, presidente de Codevida, recordó que la crisis se agudiza y que la propuesta del gobierno, de aceptar medicinas de República Dominicana en calidad de préstamo y de ampliar los convenios con las Naciones Unidas a través del Fondo Estratégico y del Fondo Rotatorio, no equivale a aceptar ayuda humanitaria.

“El uso de mecanismos ya existentes, aún con apoyo de la Organización Panamericana de la Salud, no implica ni el reconocimiento de la gravedad de la situación ni la implementación de una respuesta humanitaria de la dimensión y eficacia que se requiere”, completó Feliciano Reyna, presidente de Acción Solidaria.

El Dato. Hoy terminan las actividades anuales del Tribunal Supremo de Justicia sin que se haya dado respuesta al recurso introducido por Cecodap para solicitar una medida de protección que garantice a los niños el acceso a medicamentos. El expediente fue abierto el 13 de junio.

Fuente: El Nacional / MEJ