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Metalúrgicos se quedan sin suplidores en bolívares

El sector metalúrgico del país requiere 1.685.000 toneladas de acero al año para recuperar su actividad productiva a 50% de su capacidad, según datos suministrados por la Asociación de Industriales Metalúrgicos y de Minería de Venezuela (Aimm).

Estiman que la necesidad anual de laminados de acero es de 920.000 toneladas en productos planos y 765.000 en largos.

Miguel Eseverri, presidente de Aimm, sugirió al Gobierno reactivar las empresas básicas de Guayana para impulsar la producción de este sector.

La Aimm, apuntó, participa en el Consejo Nacional de Economía Productiva que promueve el presidente Nicolás Maduro.

Dijo que el gremio al que representa está dispuesto a trabajar de la mano con el Estado. “Podemos definir un plan de exportación con Sidor”, afirmó.

Un informe presentado por Aimm indica que en Venezuela existen más de 100 empresas fabricantes transformadoras de aluminio laminado.

Algunas de estas ellas son exportadoras tradicionales y muchas cuentan con un potencial para vender al exterior por su capacidad instalada.

Sin embargo, la mayoría de estas empresas se encuentran en niveles muy bajos de actividad por la falta de materia prima, según el documento.

El aluminio laminado es fabricado en tres empresas de la Corporación Venezolana de Guayana, dos ubicadas en Venezuela, y la otra en Costa Rica.

Las dos plantas en territorio nacional han registrado problemas operativos para recuperar sus niveles de producción y, más recientemente, se han visto afectadas por el plan de ajuste de carga de energía eléctrica, reseña el documento de la Aimm.

“La producción de aluminio laminado en 2015 estuvo en el orden de las 30.000 toneladas, un tercio de lo elaborado en el año 2010”, agregó Eseverri.

Aseguró que CVG Alcasa fabricaba años atrás, cerca de 2.000 toneladas al mes de aluminio laminado.

De acuerdo con el directivo, desde el mes de julio del año pasado, la empresa registra problemas en sus despachos lo que afecta directamente a más de cien empresas transformadoras.

Por su parte, CVG Alucasa, en Guacara (Cab), fabricaba 1.200 toneladas al mes de aluminio laminado de bajo espesor.

Su principal uso es para embobinado de papel de aluminio doméstico, envases desechables y foil para fabricación de techo tipo acerolit.

Esta planta también ha registrado dificultades en sus despachos por merma en la producción.

La planta de laminación que funciona en Costa Rica (Alunasa) está en plena operación. “Un número de empresas venezolanas compraban, hasta el año 2015, material a esta empresa pagadero en bolívares”, añadió Eseverri.

Sin embargo, recientemente las condiciones han cambiado y se requiere  pagar en dólares equivalentes a cualquier importación.

Importaciones. Recientemente, el sector también se ha visto afectado con noticias que dan cuenta de importaciones traídas al país, tales como las 6.000 toneladas de vigas y láminas de acero para el segundo viaducto sobre el Lago de Maracaibo o las 400 estructuras descargadas en Puerto Cabello procedentes de China, que fueron utilizadas por el Gobierno en obras de construcción y mejora de puentes a nivel nacional. También llegaron en septiembre a Puerto Cabello, 926 bultos de mallas de acero destinados a la Gran Misión Vivienda Venezuela.

De acuerdo con Aimm, todos estos rubros pudieron haber sido fabricados en el país.

“Entendemos que el Ejecutivo  tiene interés en alcanzar sus objetivos, pero estas importaciones son una demostración  del daño al aparato productivo nacional metalúrgico, que hoy opera a menos de 30% fundamentalmente por la imposibilidad de contar con materias primas”, apuntó Eseverri.

Destacó que con los recursos utilizados en estas importaciones, se hubiese podido adquirir materia prima para la industria nacional y atender internamente las necesidades de los proyectos que adelanta el país en materia de infraestructura y construcción de viviendas.

Fuente: El Mundo, Economía y Negocios / RR