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La CTV no aguanta un año más sin hacer sus elecciones

SUHELIS TEJERO PUNTES | EL UNIVERSAL
lunes 21 de febrero de 2011 12:00 AM

Manuel Cova ha estado al frente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) desde el año 2003, cuando el presidente de esa organización, Carlos Ortega, decidió pasar a la clandestinidad en un proceso que terminó con su enjuiciamiento, escape y posterior exilio en Perú.

Como secretario general de la central opositora ha vivido los años de las denunciadas violaciones a la libertad sindical y del desmembramiento del movimiento obrero en Venezuela. Ahora asegura que intenta llevar por el camino de la legitimación a la CTV, a través de la realización de sus comicios. Los últimos fueron en 2001, en un proceso que dejó en el camino a la opción oficialista encabezada por Aristóbulo Istúriz.

-¿Cuáles son los pasos que deben seguirse para relanzar al movimiento sindical?

-Creo que hay dos vías: la vía de la unidad orgánica que en el año 2006 se dio cuando sindicatos internacionales se unieron para crear la Confederación Sindical Internacional. Eso sería lo ideal para Venezuela, que se fusionaran varias organizaciones y pudiéramos constituir una mucho más fortalecida y representativa. La otra sería la unidad de acción, que reconozcamos la dispersión, pero que nos unamos en torno a una agenda donde se incluyan los problemas que más nos afectan y diseñáramos y ejecutáramos una política para atender esa agenda y buscar la solución.

-¿La CTV se ve en un futuro aliada en algún contexto con la Federación de Trabajadores Socialistas, por ejemplo?

-Ha habido casos muy puntuales y un ejemplo es el sector construcción. Fue posible que las federaciones de la construcción vinculadas con el Gobierno se pusieran de acuerdo con las federaciones de la CTV para que, de manera conjunta, desarrollaran una política que permitiera presentar en forma unitaria un proyecto de contrato colectivo y luego discutirlo juntos frente a las cámaras de las construcción. Esto demostró que sí es posible hacer causa común en torno a temas que nos son afines, como son la discusión y defensa de una contratación colectiva.

Ese ejemplo pudiera repetirse y creo que en esto momento se están dando las condiciones. En la calle se están encontrando sectores sindicales vinculados al Gobierno, otros que están de regreso y sectores que han estado en la acera de enfrente al Gobierno. Creo que las violaciones a la libertad sindical, los salarios bajos, la falta de seguridad social y la criminalización de la protesta han permitido que en este momento sectores sindicales de un lado y del otro se encuentren para reclamar sus derechos, y creo que eso se profundizará.

-¿Cuál es su diagnóstico actual sobre la libertad sindical en Venezuela?

-Estamos peor. Es un derecho que siempre tendrá obstáculos y dificultades en un sistema que no es democrático y que pretende controlar todas las organizaciones, empezando por los sindicatos. En la medida en que haya mayor libertad sindical, eso implica más autonomía frente a los gobiernos y frente al Estado, y eso no le sirve a este Gobierno. Ya el Presidente Chávez lo ha indicado en diferentes alocuciones: la autonomía sindical no debe existir porque éstas deben ser organizaciones que formen parte del entramado de la revolución.

– ¿Cree que ese objetivo se ha logrado?

– Creo que en algunas organizaciones sindicales del oficialismo el fracaso se ha hecho mucho más evidente, como consecuencia de que una conducta de esa naturaleza contradice el sentir de los trabajadores y la esencia fundamental de la lucha sindical. Por eso todos los intentos de crear una confederación del sector laboral oficialista se han visto dificultados porque, en el fondo, los organizadores de la misma están orientados a crear un instrumento que esté al servicio del Gobierno y de la revolución.

-¿Han recibido respuesta del Ministerio del Trabajo al que exigieron la instalación de la Comisión Tripartita?

– El Gobierno inició este año con un discurso de diálogo con todos los sectores. El mejor mentís a esa afirmación es que hasta ahora el Ministerio del Trabajo no ha respondido la comunicación que envió la CTV el 3 de enero donde le exigimos cumplir con la obligación de discutir con todos los actores sociales el salario mínimo nacional y el salario en general, que se ha visto golpeado por la inflación tan alta que tenemos.

Aun cuando el Gobierno cumple con algunos formalismos de cara a la Organización Internacional del Trabajo, en el fondo no existe ninguna política de diálogo social en Venezuela que haga posible que los interlocutores puedan interactuar con el Gobierno en la discusión de los temas que tienen que ver con los sindicatos.

-¿Cómo ha avanzado el proceso electoral de la CTV?

– Es una necesidad hacer las elecciones, no se puede seguir postergando. El Comité Ejecutivo de la CTV tiene su periodo vencido desde 2005 y necesitamos legitimar a una nueva dirección. Eso solo lo deben hacer los trabajadores en unas elecciones universales, directas y secretas, pero han surgido diferencias. Algunos compañeros plantean que no están dadas las condiciones para hacerlas por las trabas que pone el CNE, y otros argumentan que debemos ocuparnos de los problemas de los trabajadores, en vez de montarnos en la realización de un proceso electoral.

Si nos sentamos a esperar que el Gobierno nos ofrezca buenas condiciones para concretar el proceso, eso no va a llegar nunca. Hay que hacer las elecciones, no podemos paralizarnos y se pueden atender las exigencias de los trabajadores y paralelamente llevar el proceso adelante. Tenemos cinco años discutiendo ese tema y ya no se puede seguir postergando esta decisión.

– Ha pasado tanto tiempo y de pronto surge como una tarea urgente ¿Por qué ahora sí cuando antes no lo era?

– Si no los hacemos este año, entonces en 2012 estaremos sumergidos en las elecciones presidenciales y tendríamos muchas más dificultades para llevar a cabo esta tarea. Eso sería diferir esas elecciones para dos años más y creo que esta central no aguanta una situación de esa naturaleza. Es este año.

Aprovecho para hacerle un llamado a todas las tendencias para que nos pongamos de acuerdo: si hay que revisar la forma en que se están haciendo las cosas, estamos dispuestos a escuchar las opiniones que tengan, pero vengan a la CTV, reincorpórense a las reuniones del Comité Ejecutivo para desde allí discutir la mejor forma de llevar a cabo el proceso electoral.

– ¿Qué aspectos considera que deben cambiar en la CTV de cara al futuro?

-Una de las cosas que debe discutirse es la relación con los partidos. Somos respetuosos, sin embargo si algo debemos revisar y modificar la relación de estos con los sindicatos donde se reivindique la autonomía y la independencia de los sindicatos frente a los gobiernos, frente a los partidos y frente a las empresas.

El juego al Gobierno

El grabador apagado, en señal de una entrevista ya culminada, dejó a Cova pensativo. Tras un par de minutos decide que tiene algo más que decir. ´¿Puedes grabarme?´, dice.

– Hay un sector que está coincidiendo con el Gobierno para impedir la legitimación de la CTV. Estamos viendo últimamente que algunos sectores han llegado al extremo de entregarle escritos al CNE donde le dan argumentos para que impida las elecciones de la CTV. Creen que hacerlo es una política que beneficia a su tendencia política, y no se dan cuenta que le hacen un daño al movimiento obrero en general.

– ¿Qué escritos son esos?

– Cartas en las que solicitan que una Junta de Conducción Sindical conduzca el proceso electoral. Ya hubo una sentencia del TSJ que declaró inadmisible dicha solicitud, y ahora le llevan eso a una instancia administrativa que, obviamente, debe desestimarla porque ya hubo un pronunciamiento del máximo tr

ibunal del país.

Lo que quiero destacar, lamentándolo además, es que las diferencias que internamente podamos tener no nos pueden llevarnos a esos extremos.

– ¿De dónde provienen estas jugadas?

– De sectores vinculados al buró sindical de AD, que no creo que actúen con la opinión mayoritaria de quienes participan en esa tendencia. Quienes abonen en la tarea de impedir y detener este proceso electoral están, sin darse cuenta o deliberadamente, coincidiendo con el Gobierno, que es el que quiere que la CTV no exista.

– Desatar esa guerra desde un partido de oposición luce extraño…

– No se si es desde el propio partido, pero eso hay que denunciarlo.

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