Saltar al contenido

Importación ha perjudicado a productores de pollo y carne

Johanna Álvarez / Jenny Sánchez Petit / Litzy Sánz Nava

Valencia (REDACTA).- Con recelo observan los productores nacionales la importación de carne y pollo. Las frecuentes compras alimenticias a otros países, a través de convenios, han perjudicado a los empresarios, quienes no tienen dónde colocar sus alimentos pues el mercado está abarrotado de rubros foráneos.

Ya en noviembre del año pasado, el experto en temas agroalimentarios, Carlos Machado Allison, estimaba en un medio de comunicación nacional que el Gobierno podría gastar unos 5.500 millones de dólares en la compra foránea de alimentos, en comparación con los 5 mil millones que gastó en 2010. El Instituto Nacional de Estadísticas, sin embargo, señala lo contrario, al indicar que las importaciones de alimentos de 2010 disminuyeron 25,90% con respecto a 2009.

Para el Servicio Agrícola Exterior del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, Venezuela seguirá importando, mientras ´la industria nacional será menos rentable al enfrentar una mayor competencia´, según se publicó en el informe GAIN 2010.

Cuando tomó el poder en 1999, el presidente Hugo Chávez prometió que impulsaría en corto y mediano plazo proyectos agrícolas, como parte de su estrategia para convertir a Venezuela en una potencia mundial. Doce años después, sólo 42 por ciento de la carne que se consume en el país es producida en la nación.

´Estamos ponchados´

´Si siguen importando pollo, los productores nacionales estamos ponchados´, exclamó Luis Rodríguez, agropecuario de familia y con más de 25 años en el oficio. Las masivas compras del Gobierno nacional a otros países han dejado en saldo negativo las cuentas de las empresas que se dedican a la cría de estas aves.

El pasado diciembre fue una época crítica. Los pollos extranjeros abarrotaron los supermercados y carnicerías del país, por lo que los productores nacionales no tenían donde colocar los suyos. ´Hubo que vender por debajo de los costos´, señaló un trabajador avícola con 40 años de trayectoria.

Rodríguez especificó que el principal mercado se cerró: el oriente (Carúpano, El Tigre, Cumaná y Margarita). Sus usuales compradores no adquirieron el rubro debido a que la importación del Gobierno los abasteció. ´Tenían allá más barato y más cerca´.

Para todos las pérdidas fueron ´millonarias´. Uno se arriesgó a estimar que en ese diciembre se perdieron entre 200 mil y 400 mil bolívares.

Como hay mayor pollo en el mercado, los productores nacionales deben esperar más tiempo para colocar sus alimentos. Hasta 50 días deben aguantar las aves, aseveró un trabajador, quien señaló que sólo se requiere cuidarlas unos 21 días. Explicó que entre más días dure la crianza más gordo se pone el animal, pero también más costoso les resulta a los productores.

Además de las importaciones, los productores nacionales claman porque se regule el precio de los alimentos avícolas y las medicinas. ´Siempre están subiendo de precio´, espetó uno. El inicio del año recibió a estos trabajadores con un aumento entre 20% y 30% con respecto a su precio al cierre de 2009.

Productores criticaron que el Gobierno trajo pollo ´hasta para regalar y nos quebró a todos´. Solicitan que el Ejecutivo mejore las políticas económicas y compre ´aunque sea un kilo´ a los nacionales.

2010, ¿crecimiento?

Hay quienes aún son optimistas. Norberto Roque, presidente de la Federación Venezolana de Criadores de Pollo (Fvecpollo), aseguró que cerca del 4 por ciento creció la producción de pollo durante el año 2010. Esto significa que los venezolanos tuvieron a disposición un millón 75 mil toneladas del ave, contra uno poco más de 900 mil kilos del año 2009, lo que representa que los pobladores consumieron 39,25 kilos de esta carne durante el año pasado.

Roque considera que si bien es cierto que es incipiente, es crecimiento al fin. Los números no significan que en esa misma proporción ha crecido el número de granjas, lo que ha ocurrido se debe al mejoramiento en las condiciones de aclimatación en éstas, lo que permite que se críen mayor número de animales por metro cuadrado. Este hecho se combina con un mayor número de lotes. Al año se sacan cinco lotes, pero cuando la demanda lo requiere, se llega a 5.5 o 5.7, lo que también da un crecimiento.

Del millón 75 mil toneladas que se producen nacionalmente, el 23 por ciento, 247 toneladas, salen de las 271 granjas que existen en los Valles Altos de Carabobo y Yaracuy, desde Chirgua hasta Nirgua. El sector genera 450 mil puestos de empleo entre directos e indirectos, de esa cantidad 28 mil directos y 84 mil indirectos están en Bejuma, Montalbán, Miranda y Nirgua, en Yaracuy.

Entre las aspiraciones para este año, está el crecer en un 15 por ciento. A pesar de las buenas nuevas de Roque, un avicultor comentó que entre octubre y enero tuvieron mermas, por la recesión en el consumo y la importación. Contó que recibían 6,7 bolívares fuertes por kilo, pero debido a que la industria no recibía los pollos se vieron en la necesidad de venderlo a 4,90, incluso por menos, para no perderlo.

Casi 3 mil toneladas se exportan mensualmente

En un mes, Venezuela registra una importación promedio en carne y pollo de 2.853 toneladas 635 kilos. Un 70% de la cifra tiene como consignatario al estado venezolano a través de la estatal Corporación de Servicios y Abastecimientos Agrícolas (Casa). El resto es enviado a la empresa privada.

El registro asentado en siete movimientos portuarios, entre el mes de enero y lo que va de febrero, contabiliza el arribo de 1.899 toneladas 880 kilos de pollo congelado proveniente de puertos en Brasil, Colombia, Panamá, Argentina y Costa Rica.

Allí también aparece asentado la llegada a Puerto Cabello de 953 toneladas 754 kilos en carne de bovino congelado, provenientes de los mismos puertos. La carne de pernil registra una importación en el orden de las 1.095 toneladas.

Especialistas miembros de la Red Iberoamericana de Expertos Portuarios (Riep) apuntan que estas cargas, en el caso de que sean importadas por el Gobierno Nacional, podrían tardar hasta seis meses entre su encargo, producción contra despacho, envío, arribo, nacionalización y reconocimiento, para finalmente ser colocadas en anaqueles de la tiendas adscritas a la red Mercal, así como en los Supermercados Bicentenario.

Deja un comentario