La manufactura nacional vive un momento crítico, debido a que ha disminuido la posibilidad de seguir produciendo. Este año se han cerrado líneas de producción y también empresas, señaló Juan Pablo Olalquiaga, presidente de Conindustria.
Alertó que con la negativa del presidente Nicolás Maduro de pagar la deuda a los proveedores internacionales “el gobierno le dio un golpe al parque industrial nacional”. Agregó que se corre el riesgo de que se apague por completo.
Olalquiaga espera que el Ejecutivo rectifique porque en caso contrario habría un “drama social enorme”. Al cerrar las industrias 600.000 trabajadores directos y 900.000 indirectos tendrían que irse a casa y perderían el ingreso con el que sustentan a sus familias.
Dijo que igual de grave sería que las empresas no contaran con la posibilidad de obtener créditos internacionales, lo que podría acarrear demandas legales por incumplimiento de pago.
Olalquiaga y Francisco Martínez, presidente de Fedecámaras, coincidieron en que con el desconocimiento de los compromisos con los proveedores extranjeros se estaría produciendo un “default comercial”.
Ambos empresarios se preguntaron si el presidente Maduro está consciente del perjuicio que ocasionaron sus declaraciones a la credibilidad de su gobierno en el extranjero y que con ello cerró las probabilidades de otorgamientos de financiamiento.
Martínez señaló que las importaciones se realizaron cumpliendo con todos los requisitos impuestos por el gobierno y con el aval de las autorizaciones de adquisición de divisas como compromiso de pago de parte del Ejecutivo. Sin embargo, si ahora cambian las condiciones y les niegan la opción de hacer el cambio de bolívares a dólares para honrar la deuda, en lugar de impulsar la producción nacional están condenando a las empresas al cierre.
El año pasado el Centro Nacional de Comercio Exterior redujo en 64% las divisas asignadas para las importaciones, lo que hizo que las industrias dispusieran de menos recursos para adquirir la materia prima que requieren y recuperar los niveles de producción, señala la Memoria y Cuenta del Ministerio de Economía y Finanzas. El ente no solo disminuyó la asignación para compras nuevas, tampoco abonó a la deuda externa privada, agrega el reporte.
Las empresas agremiadas en Fedecámaras y Conindustria abogan por la titularización de la deuda. Afirman que esta herramienta les serviría para negociar con los proveedores la apertura de las líneas de créditos y reanudar el despacho de materias primas.
Pagan con bonos a fabricantes de medicinas. El gobierno saldó deudas con al menos tres compañías farmacéuticas transnacionales, dándoles bonos de Pdvsa que se comerciaron luego con grandes descuentos, publicó Reuters en su página web.
Novartis, Bayer y Sanofi recibieron, por la venta de los bonos, ingresos equivalentes a un tercio del valor nominal, según documentos financieros de las empresas y fuentes con conocimiento de las operaciones, consultados por la agencia de noticias.
Los arreglos financieros contribuyeron a que las tres compañías globales sufrieran pérdidas de aproximadamente 500 millones de dólares el año pasado.
Novartis dijo que acordó recibir bonos de Pdvsa con un valor nominal equivalente al monto de la deuda. Por la venta de los títulos, que vencen en 2024, recibió cerca de 73 millones de dólares. Ni Bayer ni Sanofi ofrecieron detalles sobre sus transacciones, pero fuentes consultadas dijeron que también asumieron descuentos similares.
La compra de bonos, para obtener divisas ha sido hasta ahora el camino más usado por las multinacionales extranjeras. Conindustria propuso al gobierno un mecanismo similar para saldar deudas con proveedores extranjeros, sin éxito aún.
Dos fuentes del sector de Alimentos dijeron que discutieron con el gobierno el esquema de pago con bonos, pero no aceptaron porque los proveedores debían asumir pesados descuentos.
Químicos con inventario hasta julio. A las 215 empresas afiliadas a la Asopciación Venezolana de la Industria Química y Petroquímica, el gobierno les debe 526 millones de dólares, de los cuales 250 millones corresponden a facturas anteriores a 2013. De no honrarse el compromiso con los proveedores extranjeros para que se reanuden los despachos, no podrán continuar operativos después de julio, alertó una fuente vinculada al sector.
Indicó que están produciendo al 20% de su capacidad instalada para rendir los inventarios de materia prima, que a ese ritmo durarían tres meses. Dijo que el mayor problema que están enfrentando es que no cuentan con un mecanismo cambiario que les permita trabajar.
La fuente explicó que el Sistema Marginal de Divisas (Simadi) no les adjudicaba divisas ni tampoco el Centro Nacional de Comercio Exterior (Cencoex) y todavía no funciona el sistema flotante.
Señaló que el sector químico apoya la propuesta de Conindustria de titularizar la deuda porque sería una herramienta viable para negociar con los proveedores.
Los químicos requieren de 1.3 millardos de dólares anuales, señala un boletín de Asoquim, y la ausencia de divisas la sienten los consumidores en la escasez de productos esenciales en los anaqueles.
La fuente agregó que de no reactivarse el parque industrial las consecuencias laborales serían graves, pues se incrementaría de manera exponencial el desempleo en el país.
Producción de alimentos cayó un 10%. La Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos (Cavidea) recordó recientemente que la falta de divisas y el incumplimiento de pago de la deuda con los proveedores internacionales, que asciende a 1.6 millardos de dólares, generaron la crisis de desabastecimiento de productos básicos.
El presidente del gremio, Manuel Felipe Larrazábal, dijo en rueda de prensa que la producción de alimentos descendió 10% en los últimos cuatro meses y que la industria afronta fuertes problemas que ocasionaron la paralización de la producción de 9 rubros.
Además, se producen de forma intermitente, según la cantidad de insumos disponibles, arroz, azúcar, mayonesa, refrescos, aceite, jugos, salchichas, galletas y trigo panadero. Alertó que también faltan envases de aluminio, hojalata, plástico. Vidrio y PET.
Señaló que en 2015 el gobierno no hizo liquidaciones para honrar los compromisos y esto ocasionó el cierre de líneas de crédito, lo que limitó la adquisición de materia prima, material de empaque, insumos y repuestos.
Alertaron que la industria tiene niveles críticos de materias primas, empaques, repuestos e insumos.
Le han pedido al gobierno el acceso inmediato y suficiente a las divisas, además de que defina mecanismos para el refinanciamiento del pago con términos aceptables para los proveedores con el fin de que se restituya la confianza y el suministro de los insumos necesarios para la producción.
406 millones de dólares deben a autopartistas. Los fabricantes nacionales de autopartes y repuestos están trabajando en promedio a 30% de su capacidad instalada, debido a que los retrasos en la instalación de divisas oficiales han imposibilitado la adquisición de la materia prima que requieren, indicó Omar Bautista, presidente de la Cámara de Fabricantes Venezolanos de Productos Automotores.
Aseguró que desde hace un año y medio los proveedores internacionales cortaron las líneas de crédito porque el Centro Nacional de Comercio Exterior (Cencoex) no ha liquidado los 406 millones de dólares que les adeuda. Recordó que el ente daba la Autorización de Adquisición de Divisas, conocidas como AAD, se hacían las importaciones y luego se emitía la Autorización de Liquidación de Divisas (ALD). Éstas últimas aún no se han hecho.
Agregó que los fabricantes del sector también esperan que se les liquiden las divisas que les adjudicaron en las subastas 10 y 26 del Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad), correspondiente a 2014 y la subasta 1 del año pasado. En total ascienden a 114 millones de dólares más.
“En reuniones que hemos tenido desde el año pasado con el gobierno nos dijeron que no hay recursos para cancelar las deudas, pero queremos que se establezcan, al menos, convenios de pago, así sea con porcentajes bajos de pago anual, de modo que tengamos seguridad para poder negociar con los proveedores y que sientan confiabilidad”, dijo Bautista.
A veces se paga, a veces no. Nelson Merentes, presidente del Banco Central de Venezuela (BCV), dijo en una entrevista al portal brasileño Valor Económico que desconocía el monto de la deuda que Venezuela tiene con exportadores de ese país. “No tengo el monto específico en mente”, indicó.
La deuda del gobierno de Nicolás Maduro por un convenio que firmó en 2015 con la procesadora de carnes JBS asciende alrededor de 2.1 millardos de dólares. El gobierno de Dilma Rousseff le ha solicitado que agilice los pagos. “A veces se paga, a veces no se paga”, admitió Merentes.
A los exportadores con deudas impagas les recomendó sentarse en una mesa técnica “con las autoridades correspondientes, con el sector privado que hizo las importaciones y que busquen un cronograma de pagos posibles”.
Con respecto a los yacimientos mineros que el gobierno ha promocionado por el mundo, admitió: “Venezuela tiene urgencia de dólares, por eso podemos levantar capital y pagarlo con oro, a futuro”
Fuente: El Nacional / DMR – MFS