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Ensambladoras se mantienen en cero tras firmar con el Gobierno

Una firma no fue suficiente. Tampoco las promesas y proyectos anunciados en cadena nacional. Nada de eso ha funcionado. El plan de reactivación de la industria automotriz activado por el Presidente Nicolás Maduro el pasado jueves 17 de marzo no ha surtido efecto positivo en ninguna de las tres ensambladoras de vehículos instaladas en Carabobo. Todas se mantienen paralizadas y hasta ahora no hay mecanismo que vislumbre una recuperación del sector.

Hace un año el panorama lucía totalmente diferente. Dos mil 988 unidades se fabricaron hasta marzo entre FCA-Chrysler, General Motors Venezolana (GMV) y Ford Motor de Venezuela. Durante lo que va de 2016 solo se han logrado armar 706, y cada uno de esos carros han salido de las líneas de Ford. Las otras dos plantas están en cero desde diciembre.

La actividad de la única con números positivos obedece al trabajo desempeñado desde enero de 2015 cuando iniciaron la comercialización en dólares tras negociar con dueños de concesionarios la inversión de su parte para la compra en el exterior del material de ensamblaje (CKD, por sus siglas en inglés), a través de la licencia de importación de la firma.

Oferta inaccesible. Pero es un mecanismo de bajo desempeño, alertó Gilberto Troya, secretario general del sindicato. A 10,89% de su capacidad de ensamblaje cerró el año pasado Ford con tres mil 813 unidades de 35 mil, durante lo que va de 2016 apenas se han logrado armar 706 y en los patios de la empresa hay cerca de 800 que no han podido ser colocados en exhibición ante la minoritaria demanda de los vehículos, condicionada por el mermado poder adquisitivo de la población.

Los concesionarios están llenos de vehículos. En principio muchos clientes entraban y preguntaban. Algunos con carpeta en manos de sus créditos ya aprobados desde hace más de dos años. Pero salen sin intención de compra. Entre 15 mil y 35 mil dólares se requieren para poder adquirir un Fiesta o una Explorer.

Hasta ahora se desconoce si con el acuerdo firmado con el Ejecutivo existe otro mecanismo de autogeneración de divisas. Por los momentos se sigue manejando el mismo y más de mil 900 trabajadores de producción fueron enviados a sus casas desde hace dos semanas. Se espera su retorno para el 4 de mayo cuando se reactivará la producción con 580 unidades que es lo único que queda en inventario para armar. No hay cronograma de producción para el resto del año.

Máquinas apagadas. En FCA-Chrysler el planteamiento fue emular el mecanismo de garantía de al menos los puestos de trabajo que puso en marcha Ford, según confirmó Henry Ospina, secretario de reclamos del sindicato. Se estima que sea entre septiembre y octubre que se comience el ensamblaje tomando en cuenta que se requiere cerrar los acuerdos con los posibles inversionistas dueños de los 39 concesionarios de los que cinco están instalados en Carabobo, que los proveedores construyan las piezas y que se necesitan al menos 120 días desde que se hace la cancelación para que lleguen al país. Bajo este esquema se estima que sean entre 400 y 500 las unidades manufacturadas que en un cronograma habitual se culmina en tres días.

En GMV aún no se ha planteado nada a sus trabajadores en materia de producción. Al igual que en FCA-Chrysler lo único que se les ha comunicado es que se mantendrán en sus casas como lo han estado desde hace más de cuatro meses cobrando salario básico, beneficio del que podrían prescindir si se admite en la Inspectoría César Pipo Arteaga de Valencia la solicitud de suspensión laboral por 60 días introducida por ambas firmas, cuyos flujos de cajas alcanza para cubrir gastos de nómina hasta mayo.

Solo 18 mil 300 unidades se ensamblaron  durante el año pasado entre las siete plantas privadas instaladas en el país de acuerdo a cifras de la Cámara Automotriz de Venezuela (Cavenez), lo que es igual a 96,28% menos que en 2007 cuando la industria tuvo su mayor pico de manufactura al armar 491 mil 899 vehículos.

Fuente: El Carabobeño / DB