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El país cae en la estanflación y la economía se contrae 2,4%

El impacto en la capacidad de compra genera caída del consumo privado

La radiografía que ha publicado el Banco Central de Venezuela al cierre del segundo trimestre desnuda una economía debilitada, con una caída del PIB en el orden de 2,4% junto a una inflación elevada que se proyecta sobre 20% en el año.

Esta enfermedad, caracterizada por dos convulsiones simultáneas, estancamiento o contracción del PIB combinada con alza importante de los precios, es definida técnicamente como estanflación y las consecuencias suelen ser dolorosas.

Si no hay crecimiento las ventas caen, las empresas no necesitan contratar nuevo personal y no hay ganancias para ajustar adecuadamente los salarios, mientras que los precios se incrementan cada mes.

El economista y profesor de la Universidad Católica Andrés Bello, Orlando Ochoa, considera que ´para resumir podríamos decir que este cuadro de estanflación tiene dos componentes básicos. Por un lado, el control de precios, control de cambio, nacionalizaciones y restricción en la entrega de divisas dañan la oferta. Al mismo tiempo, el descenso en los precios del petróleo disminuye los recursos e impacta la demanda´.

Al evaluar el comportamiento de los precios y los salarios se evidencia que el poder de compra de los trabajadores desciende en 8,6% al cierre del segundo trimestre de este año versus el mismo período de 2008 y el resultado es un declive de 2,7% en el consumo privado.

Pedro Palma, presidente de la Academia Nacional de Ciencias Económicas, indica que ´la contracción obedece principalmente a la caída del consumo privado que representa 70% de la demanda, esto a su vez impacta la producción´.

´Es evidente que las cifras indican que estamos en una estanflación´, añade Pedro Palma.

Los datos oficiales muestran una contracción importante en sectores clave: la producción de la industria manufacturera es 8,5% menos que la del segundo trimestre de 2008, el comercio cae 6,5% y la actividad del transporte desciende en 4,8%.

Entre los detalles específicos destaca una caída de 6,3% en la industria alimenticia, de 30,1% en metales comunes y de 33,3% en minerales no metálicos, dejando al descubierto el desajuste de las empresas de la CVG.

El BCV subraya al sector agrícola con un incremento de 1,6%, construcción, con un avance de 4,2%, comunicaciones con un salto de 7,6% y la generación de electricidad y agua se mantienen en la superficie.

La actividad petrolera reporta números rojos con un descenso de 4,2% que el Banco Central explica por los recortes de producción acordados en la OPEP.

La producción del sector privado de la economía se contrae 4,1% en el trimestre mientras que la del sector público, gracias a la nacionalización de empresas, aumenta 2,7%.

No hay salida fácil. Orlando Ochoa considera que ´para superar el shock de oferta es necesario que el Gobierno asuma cambios de fondo como eliminar los controles y generar un ambiente positivo de negocios. Lo otro es creer que la economía socialista puede efectivamente sustituir al sector privado´.

Añade que para restituir la capacidad de gasto del Gobierno, combustible esencial del modelo de crecimiento de los últimos años, el Gobierno tendría que devaluar la moneda para ´corregir la sobrevaluación y obtener más bolívares por los petrodólares, por eso se habla de un ajuste cambiario´.

En el lado de los precios también hay factores a considerar. En los primeros siete meses de este año la inflación acumula un salto de 13,1%, que supera al promedio de América Latina.

El núcleo inflacionario, un termómetro que mide la temperatura de la inflación con la ventaja de aislar elementos estacionales y el efecto de las regulaciones, apunta a que existe un represamiento de los precios.

El núcleo registra un fuerte avance de 17,6% que proyecta un salto sobre 30% en todo el año.

Ante los resultados el ministro de Finanzas, Alí Rodríguez, dijo que ´esta caída es recuperable, ha habido caídas mayores y nos hemos recuperado´.

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