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“Cervecería Polar entra en un momento financiero crítico”

Con la suspensión de operaciones en la planta de San Joaquín, la cuarta de Cervecería Polar, la empresa entra “en un momento financiero crítico”, indicó Maritsa Guinand, directora general de Cervecería Polar.

Precisó que no van a tener ingresos y, por ende, se afectarán las ganancias. “La empresa enfrentará el costo fijo, que constituye el pago del personal, con las ganancias obtenidas durante los últimos meses, lo que va en contra del dividendo que tendrían que recibir los accionistas”. Aseguró que serán los accionistas los que pondrán de su dinero para honrar el pago de los trabajadores.

Dijo que Polar se apega al artículo 72 de la Ley Orgánica del Trabajo, que establece que por razones de fuerza mayor pueden suspender a los trabajadores, pero asegurándoles sus beneficios sociales. Reiteró que se trata de 10.000 personas que tendrán una remuneración equivalente a su salario básico durante el primer mes.

Precisó que Cervecería Polar forma parte de los tres negocios fundamentales que tiene la empresa: alimentos, refrescos, cerveza y maltas, pero que cada uno es autosustentable y no se realizan subsidios ni negocios cruzados. Aclaró que son personas jurídicas diferentes y tienen accionistas distintos. Sin embargo, expresó que la venta de cervezas representa entre 40% y 45% de los ingresos de Empresas Polar.

Afirmó que no temen a que el gobierno tome las instalaciones de las plantas suspendidas, debido a que distintos entes gubernamentales han realizado múltiples inspecciones y los informes dan cuenta de que la información que se está suministrando acerca de la falta de inventario de cebada malteada en cierta.

Dijo que le han planteado al Ejecutivo que les permita tener acceso a los dólares para importar la materia prima a través del Sistema Complementario de Divisas, Dicom, que no compite con el sistema protegido destinado a la importación de alimentos y medicamentos.

Aseguró que la solución está establecida en el régimen de control cambiario, promulgado en marzo y al que muchas empresas del sector han tenido acceso. “Confiamos en que el planteamiento tendrá una respuesta positiva prontamente”.

Advirtió que al pasar de una tasa de cambio de 6,30 bolívares por dólar a otra superior a 360 bolívares se impactaría el costo de los insumos y habría que ajustar precios.

Calcula que de concretarse la liquidación de las divisas y dependiendo de las disponibilidad de la cebada malteada de parte del proveedor tardarían seis semanas en volver a producir.

Fuente: El Nacional / DMR