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Asdrúbal Oliveros explica por qué el dólar paralelo está en alza

Después de un largo período de “estabilidad”, el tipo de cambio paralelo ha vuelto a sus andanzas escalando considerablemente. En lo que va de año, este indicador se ha depreciado 27,8% respecto al cierre de 2015. Sin embargo, en el mes de septiembre la depreciación interanual alcanzó 29,2% y en octubre fue de 34,8% comparado con el mismo mes del año anterior.

Para los agentes económicos en Venezuela se han encendido las alarmas pues el mercado paralelo tiene un peso importante en la formación de precios y por ende, en la inflación. Esto es grave porque este año Venezuela podría cerrar con una tasa de inflación cercana a 500%.

¿Qué ha disparado el “cambio”, como popularmente se le dice en la jerga financiera? En primer lugar, está el tema monetario: desde agosto el Ejecutivo viene incrementando el gasto público en términos nominales luego de meses de sequía, por lo que los excedentes del sistema financiero vienen aumentando. Para decirlo en lenguaje sencillo los bolívares tienen dos salidas: o buscan bienes y servicios, o buscan divisas.

En segundo lugar, entran en juego las expectativas. En la primera mitad de año existieron factores que contuvieron la demanda de divisas en el mercado paralelo, a saber: 1. Altas expectativas de un cambio político motivado por el triunfo contundente de la oposición en las elecciones legislativas. 2. Puesta en marcha del sistema Dicom y el anuncio de las autoridades de que éste alcanzaría al paralelo, siendo esto una legalización de facto.

Frente a estos dos factores las expectativas de los agentes económicos son otras: el cambio político ya no se ve tan inminente, más aún, se percibe una alta incertidumbre y una situación compleja para Venezuela en los próximos meses. Y el Dicom es crónica de una muerte anunciada: un sistema controlado más, que no representó apertura en el mercado y donde las pocas divisas que se entregan, se hacen de forma poco transparente y discrecional.

En tercer lugar, está la inflación que no se cede, por lo que los agentes económicos buscan resguardar su patrimonio en divisas o en activos indexados a ella. A estos tres factores hay que agregar los elementos estructurales que no han cambiado en nuestra economía: las distorsiones propias del control de cambio, la baja liquidación de divisas para el sector privado en los mecanismos oficiales (Dipro y Dicom), elevado déficit fiscal financiado en gran medida desde el Banco Central con expansión de la base monetaria.

Estos factores estructurales son claves, porque si bien el mercado paralelo puede tener períodos de estabilidad o de incluso, retroceso; no hay razones para pensar que mientras las distorsiones estructurales de nuestra economía no se resuelvan, el tipo de cambio paralelo entre en una senda de apreciación significativa. El tipo de cambio paralelo es un síntoma de una economía enferma es una especie de válvula de escape en un sistema económico lleno de distorsiones o donde los precios relativos están destruidos.

Hay un punto que no quiero pasar por alto, si bien esperaba que el tipo de cambio paralelo subiera y siempre alerté a mis clientes de que tuvieran este factor en cuenta, me ha sorprendido que el alza fuera tan fuerte. ¿La razón? La economía venezolana está en medio de una profunda recesión y con una caída severa del consumo privado, por lo que la rotación de inventarios es mucho más lenta ahora que antes. Y eso me llevó a pensar que sería un factor de peso para que el tipo de cambio paralelo no subiera con tanta fuerza. Parece que el factor de las expectativas es muy poderoso y está llevando a los agentes a comprar divisas para resguardarse frente a un futuro incierto en Venezuela.

También quiero hacer mención a otro grave problema que tenemos con el mercado paralelo, que es ilegal, operando en una zona bastante gris. Y es el relativo al precio. Desde hace unos meses no hay una referencia confiable en el mercado. La página más conocida ha introducido cambios en su línea editorial, provocando una brecha entre el precio que publican y las operaciones que cierran las mesas de cambio que existen en Venezuela. Claro está la brecha se ha venido rediciendo, pues hace tres meses estaba en torno a unos 400 bolívares y al momento de escribir este artículo ya va por los 200 bolívares. Este punto ha generado mucha confusión entre los agentes económicos, pues ahora sobran distintos precios para este mercado. Sin embargo, un hecho es evidente: todos están subiendo.

¿Qué hacer? En el contexto actual y ante lo cambiante del rumbo de la política económica, es difícil predecir muchas variables, pero no cabe duda que la inflación traerá devaluación, y que ambas van a ser muy superiores a la tasa de interés por lo que es recomendable apalancarse en bolívares.

Mi recomendación es jugar sobre seguro: mantener una posición larga en dólares o en activos indexados al dólar (materia prima, por ejemplo) y corta en bolívares. Asimismo, como lo he venido sosteniendo en otros artículos es recomendable diseñar una estrategia de disparadores automáticos (Stop Loss) para sobrevivir a la volatilidad de corto plazo. Usted no tiene por qué adivinar en cuanto va a estar el tipo de cambio paralelo (tarea difícil por demás), usted debe diseñar una estrategia de alertas que le permita saber qué hacer cuando el tipo de cambio está subiendo (comprar divisas, asumir crédito) y qué hacer cuando está bajando (vender alguna porción de dólares, liquidar créditos en bolívares). Además que esta estrategia no es igual para todas las empresas, debe estar adaptada a cada realidad, por eso es clave saberse asesorar.

Fuente: El Estímulo / El Interés/ Artículo de Opinión por Asdrúbal Oliveros