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La economía nacional con pronóstico reservado

El Fondo Monetario Internacional ha pronosticado que Venezuela será la única nación en Latinoamérica que registrará una caída de su producto interno producto bruto (-0,4%). La inflación también será la mayor (32%) de la región. El resto de los países registrará un comportamiento de los precios no mayor a un dígito
L as perspectivas sobre el desempeño de la economía venezolana para el año 2010 son, según organismos internacionales, las peores del continente, aunque hay quienes creen que habrá luz al final del túnel.

El Fondo Monetario Internacional ha pronosticado que Venezuela será la única nación en Latinoamérica que registrará una caída de su producto interno producto bruto (-0,4%). La inflación también será la mayor (32%) de la región. El resto de los países registrará un comportamiento de los precios no mayor a un dígito.

Contrario a los pronósticos del multilateral, Morgan Stanley, en su última revisión de los indicadores para Venezuela (octubre pasado) apunta a un crecimiento de la economía de 1,3% para 2010, en abierto contraste con las proyecciones para este año que sugieren una contracción de la actividad de 1,9%.

JP Morgan también luce optimista en cuanto al comportamiento del PIB para 2010.

Lo estima en 2,5%, mientras que la inflación la ubica en 38%. Son cálculos realizados en agosto pasado.

El Grupo del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), con presencia en el país a través de Banco Provincial, al igual que el FMI, se muestra poco optimista. En agosto contempló una contracción económica para el próximo año de 0,8%, un déficit fiscal de 6,3%, una inflación de 32,8% y una tasa de desempleo de 10,3%.

Haciendo Negocios 2010, capítulo Venezuela, una publicación del Banco Mundial y de la Corporación Internacional Financiera, que compara las regulaciones y la facilidad para el emprendimiento entre 183 economías del mundo, ubica al país en el peldaño 177.

Lejos quedó la apreciación del presidente de la República, Hugo Chávez, y de las autoridades financieras venezolanas, que aseguraron que Venezuela estaba blindada frente a la crisis financiera, desatada en los Estados Unidos a finales de 2008.

El impacto de ella, luego de la caída abrupta de los precios petroleros durante este año y que apenas empiezan a dar muestra de recuperación, ya ha causado estragos suficientes. Los resultados de este año todavía están por verse.

En el segundo trimestre la economía experimentó una caída de 2,4% y las medidas anunciadas recientemente por las autoridades financieras, más bien una larga carta de buenos propósitos, apuntan a una reanimación del aparato productivo que conlleve un crecimiento para finales de año de alrededor de 0%. Con este resultado se quebró la tendencia alcista del comportamiento del PIB al menos de los últimos cinco años. Para 2010 avizoran un tímido crecimiento de 0,5%.

Uno de los objetivos principales de las medidas es frenar la inflación. Para el cierre de año a estiman en 26%. En el presupuesto fiscal 2010 establecen un crecimiento de los precios entre 20% y 22% para 2010.

Pese a todos los esfuerzos que del lado del Gobierno puedan producirse, en lo que resta de este año y el próximo, los resultados que prevén desde afuera e internamente, al menos si el enfoque se hace exclusivamente tomando en consideración el comportamiento de los precios, son poco esperanzadores.

El presupuesto 2010 está basado en un precio del barril de petróleo a 40 dólares, igual al de 2009. El FMI estima un precio promedio global para 2010 en 76,50 dólares. Este hecho, de concretarse, podrá oxigenar las arcas nacionales y seguramente contribuirá a incrementar el gasto público en momentos en que se avecinan unas elecciones parlamentarias para lo cual habrá que presentar ´mejoras´ públicas que atrapen votos para los candidatos del Partido Socialista Unido de Venezuela.

Pero ni con un precio del barril de crudo mejorado, las deficiencias económicas, de carácter estructural, coadyuvarán a que desde afuera se vea al país con mejores ojos.

La diatriba política rodeada, entre otras, del reclamo de los sectores privados, como Fedecámaras, Consecomercio y Conindustria de reglas de juegos claras y seguridad jurídica ponen en alerta al capital y la mirada de propios y extraños sobre el país. A ello se suma la afectación de capitales extranjeros a través de la ola de expropiaciones registrada en los últimos tiempos.

Números azules Ni siquiera Estados Unidos -país donde se anidó la burbuja inmobiliaria a finales de 2008 con la debacle de Fannie Mae y Freddy Mac (financiadoras del mercado de viviendas) y que diseminó la crisis a nivel mundial, con el impacto posterior sobre la banca de inversión Lehman Brothers- presentará registros económicos peores a los de Venezuela. El FMI prevé para esa nación un crecimiento económico de 1,5 % en 2010 y una inflación de 1,5%.

Al escenario que avizora el FMI para Venezuela el próximo año se aúna la evaluación de Transparencia Internacional, organismo que a través del Barómetro Global de la Corrupción 2009, revela entre sus conclusiones que entre 23% y 49% cree que el país está afectado por los sobornos y más de 64% de los entrevistados manifestó estar dispuesto a pagar más para comprar una compañía sin corrupción.

Este informe presenta las principales conclusiones de una encuesta de opinión realizada a más de 73.000 personas en todo el mundo.

Allí se indagó en qué grado se percibe corrupción en seis sectores e instituciones claves: partidos políticos, administración pública, parlamento, sector privado, poder judicial y medios de comunicación.

Los resultados para Venezuela arrojan que los más afectados por la corrupción son los partidos políticos (34%), seguido por sector público (30%), Poder Judicial (18%), medios (11%), parlamento (8%) y sector privado (3%).

El resto del mundo El FMI proyecta para 2010 un crecimiento general para América Latina y el Caribe de alrededor de 3%.

Se prevé que la recuperación más rápida dentro de la región se registrará en los países exportadores de materias primas, con una media de crecimiento real de alrededor del 3,5%. Se espera que la recuperación ocurra más lentamente en los países importadores de materias primas, en vista de su estrecha interdependencia con el empleo en Estados Unidos y el margen limitado del que disponen las autoridades de estos países para proporcionar un estímulo adicional.

El retorno proyectado del crecimiento dependerá principalmente de una recuperación de la demanda interna, aunque naturalmente, una parte de este aumento se reflejará en mayores importaciones. Si bien la recuperación proyectada no se basa en una contribución importante de las exportaciones netas, puede esperarse una expansión moderada de los volúmenes de exportaciones de América Latina y el Caribe, según la evolución esperada del comercio mundial.

El crecimiento medio de la región, según el FMI, se reactivará gradualmente entre 2011 y 2013. Sin embargo, no se prevé que el crecimiento retorne a los altos niveles de 2004-2007.

´El nuevo escenario de referencia supone que el crecimiento del producto potencial de la región en los próximos cinco años será un poco inferior al de los años previos a la crisis. El crecimiento potencial es menor en el corto plazo debido a la reducida acumulación de capital´, dice el FMI.

Entre tanto, el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, augura para Europa, una caída del PIB de entre -4,4% y -3,8 % para finales de este año y un comportamiento del indicador de entre -0,5 % y 0,9% para 2010. Considera que la inflación se moverá entre 0,2% y 0,6% en 2009 y entre 0,8% y 1,6 %, en 2010.

En 2009 se prevé que el único país que superará a Venezuela en inflación

será el Congo con 39, 2%.

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